miércoles, 19 de octubre de 2011

Fernando Jiménez del Oso, Las Piramides de Egipto.

La Obra Imposible








Catálogo Messier


 El Catálogo Messier es una lista de 110 objetos astronómicos confeccionada por el astrónomo francés Charles Messier y publicada originalmente (103 entradas) entre 1774 y 1781. Su título formal es «Catálogo de Nebulosas y Cúmulos de Estrellas r, que se observan entre las estrellas fijas sobre el horizonte de París» (en francés, «Catalogue des Nébuleuses et des amas d'Étoiles, que l'on découvre parmi les Étoiles fixes sur l'horizon de Paris»).


  Messier se dedicaba a la búsqueda de cometas, y la presencia de objetos difusos fijos en el cielo le resultaba un problema, pues podían confundirse con aquellos en los telescopios de su tiempo. Por este motivo decidió él mismo armar una lista que le simplificara el trabajo. Su catálogo resultó una reunión de objetos astronómicos de naturaleza muy diferente, como nebulosas, cúmulos de estrellas abiertos y globulares, y galaxias. Por ejemplo, M1 (La Nebulosa del Cangrejo) es un remanente de supernova, M45 (Las Pléyades) es un cúmulo abierto, y M31 es la gran galaxia de Andrómeda. Dado que Messier vivía en Francia, la lista contiene objetos visibles sobre todo desde el hemisferio norte. La primera edición del catálogo (1774) incluía sólo 45 objetos (M1 a M45); un primer suplemento (1780) adicionaba las entradas M46 a M70, y la lista final de Messier (1781) incluía hasta M103. Más de un siglo después, otros astrónomos, usando notas en los textos de Messier, extendieron la lista hasta 110, que es el número final (M1 a M110). Muchos de estos objetos siguen siendo conocidos por su número en el catálogo Messier, otros son más conocidos por su número en el catálogo NGC (New General Catalogue).

 

Nebulosa del Cangrejo


Klaus Dona - "Arqueología Prohibida"


 Klaus Dona, un investigador austriaco de extraños objetos arqueológicos, junto a Bill Ryan de Project Avalon y Project Camelot, expone a través de una presentación de diapositivas - realizada el 20 de febrero del 2010 - muchos de los antiguos vestigios del mundo que no son mencionados por la ciencia y que se encuentran perdidos en el baúl de lo ignorado por la historia convencional.
Al ser piezas físicas, son pruebas irrefutables y difíciles de desestimar. A lo largo de su búsqueda arqueológica de artefactos inexplicables, su conclusión es clara: "No estamos solos, y es más, nunca lo estuvimos".